Catarsis


Sin titulo, 2009, Fotografía digital, Javier Gil




El limpiar unos lentes, las medias con figuras, los abrigos verdes, los labios rojos, los pantalones térmicos, las bufandas tejidas, los tenis blancos, las manos en la pantorrilla, los números de teléfono anotados en hojas blancas, las conversaciones por internet, los miradores, los payasos escondidos, las lluvias de pétalos, las flores en el cabello, los cabellos negros, los cabellos mal cortados, los cabellos despeinados, los cabellos enredados, las escaleras de madera, los cuartos completamente oscuros, los calefactores, las libélulas, las ratas blancas de laboratorio, los escorpiones negros, los perros y sus heces, las camadas de gatos, las alergias que causan, las visitas al médico, las canciones que antes no me gustaban, la voz de Chavela, San Tropez, los familiares desconocidos, los niños, los sobrinos, el circo, las fotos con cara de disgusto, las amistades inventadas que luego se rompen, el querer estar solo, el querer estar acompañado, el extrañar a alguien, el no querer ver a alguien, los cumpleaños, los tamales, los pollos hechos pastel, los alones con chalupas, las ensaladas, los ejotes en el piso, los hotcakes, los flanes, comer medio dormido, las calaveras de caramelo, los tacos de canasta, las despensas comunitarias, caminar media hora por una torta, terminarla antes de haber regresado y tener ganas de volver por otra, el perderse y caminar de más, los taxis a media noche, los besos en la panza, los movimientos de caderas, la pena de bailar, bailar sobre la cama, los dolores de espalda por tanto dormir, los desvelos continuos, el contarle a alguien lo que soñé, las películas en un sillón, la palabra "cursi", las combis blancas con rojo y azul, la coca-cola, el olor del cigarro, la lluvia del verano, el viento del otoño, el frío del invierno, el calor de la primavera, lo mismo pero del año siguiente, las paredes pintadas con mi imagen, los borrones de grafito en la pared, el destruir objetos regalados, la acumulación de objetos, la cacería de basura, el trabajar en fiestas, las historias colectivas, los cómics, los xbox, los libros leídos en voz alta, las fotos de desnudo, los simposios de arte, las clases ficticias, los distribuidores de celulares, las cosquillas, los chistes simplones, las ganas de hacer algo y nunca hacerlo, los hurtos en supermercados, lo calientes que eso nos puso, los parques de la ciudad, las azoteas de los edificios, los terrenos baldíos, las partes traseras de las casas (con la luz de la luna), los baños de amigos, los últimos asientos de los autobuses, las vitrinas que caen, las recamaras ajenas, las películas de Jodorowski, las series de televisión, los espejos en recamaras, la hora de cocinar, el olor de las axilas (ninguno tan peculiar), las fantasías sexuales, el sexo con culpa, el sexo con enojo, el sexo imaginando a alguien más, el sexo con ternura, el sexo después de comer, el sexo sucio, el sexo con sueño, el sexo en la mañana, el sexo en la noche, el sexo por la madrugada, las platicas posteriores, los embarazos, las discusiones que duran hasta la mañana siguiente y el silencio después de eso, las dudas, el espiar las cosas privadas, los celos, las mentiras y descubrirlas, los chantajes, la humillación, las traiciones, las culpas, el llorar de tristeza, el llorar de alegría, los perdones prometidos, las reconciliaciones, el saltarse a una casa a hurtadillas, las rosas no aceptadas, los dolores de panza, los temblores de piernas, los abrazos largos, el vomitar, dormir, caminar, pensar, dibujar, pintar, comer, bañarse y estar, con alguien.